Entra una joven y bella madre al consultorio disculpándose de que no trae a ningún niño. Me sonrío y le pregunto la razón de su visita, me cuenta :

– » Estoy muy preocupada por mi hija de 14 años » continúa relatandome que esa niña  siempre había sido muy dócil, con excelentes notas en la escuela, muy compañera de ella (quien se había divorciado cuando los niños eran pequeños ). Tan distinta de su hermano un varón de 11 años , terrible, según sus propias palabras,  que era quien le daba los mayores » dolores de cabeza »  Le pregunto sobre las razones de la preocupación por su hija y me dice: – » No me habla casi nada, contesta con frases cortas, se encierra por horas en su habitación, se la ve siempre cansada y muy irritable, como si no aguantara nada. Rechaza las invitaciones de sus amigas y lo que más me preocupa,  ha bajado mucho las notas de la escuela y ya tiene 3 observaciones por contestar mal». Sigue diciendo: -» yo se que los adolescentes son así,  pero el cambio es muy grande «.

   Hago entrar a la niña quien  ingresa con algo de fastidio. -» Por que  viniste? .

-» No sé,  me trajo mi mamá»

-» Sabes que le preocupa a tu mamá?» 

-» Que esté mucho en mi habitación y que no me vaya bien en la escuela, debe pensar que me drogo» me dice con ironía. 

-» Y vos, cómo te sentis? » 

-» Yo bien «.

Hago el examen clinico,  le pido algunos análisis y las cito para cuando tengan los estudios.  Vuelven q0 días después con los análisis perfectos. Les informo el resultado diciéndoles que me alegro mucho que todo esté bien.  -» Viste? dice la niña a su madre,  -» a mi no me pasa nada »     

  Su madre pierde la paciencia y le dice -» Como nada? No me hablas,te encerras, no queres salir, no colaboras en casa,  no queres salir, no estudias» La hija corta los reproches elevando la voz – » Yo mamá? Yo me encierro? Yo no hablo nada? Yo!? Y vos que hace meses te encuentro llorando en todos los rincones de casa, estas siempre pensativa, te he preguntado mil veces que te pasa y me contestas » nada ya se me va a pasar» no se si estás enferma, o tenes problemas en el trabajo, si hay algo grave que esta pasando » se calla y me dice: – disculpe doctora y se retira. 

  Nos quedamos conversando con su madre que había quedado totalmente desorientada.  Me cuenta que se sintió muy sola después de su divorcio y luego de varios años había conocido a un hombre que llenaba todas sus expectativas y del que realmente se había enamorado, pero después de un tiempo de relación le había dejado en claro que no quería hacerse cargo de un varón adolescente que generaba » tantos problemas » ése era el dolor de la madre.  Había querido evitar el  sufrimiento de su hija, pero llegó a la conclusión que el silencio había provocado mayor dolor.

Silvia Beatriz Mercado

Medica especialista en pediatria

MP 18048

me8244