«TODOS SOMOS GENIOS. PERO SI JUZGAS A UN PEZ POR SU HABILIDAD PARA TREPAR ÁRBOLES, PENSARÁ TODA LA VIDA QUE ES UN INÚTIL»

 

Está frase fue adjudicada a Albert Einstein y, no me sorprende, porque él de niño fué juzgado por como era. 

 

En sus primeros años de vida, tuvo dificultades para expresarse por lo que se llegó a pensar que tenía problemas madurativos. 

La escuela secundaria de cohorte militar a la que asistía no apoyaba su punto de vista diferente, era tildado de un «mal estudiante» y llegó a ser nombrado como alguien que «no conseguiría nada en la vida». 

 

Sin embargo, aunque no encajó del todo en el sistema educativo formal, es por todos nosotros reconocido que él fue un físico que trascendió a lo largo de la historia.

 

¡Qué reveladora es su historia de vida! 

 

Pensaba en cómo nos encasillamos a CIERTOS modos de aprender y de ser como “los correctos”, aquellos que nos llevarán al éxito y desarrollo personal. Sin embargo, podemos estar fuera de esa norma y no por eso ser “inútiles”, al contrario, potencialmente somos capaces de muchas cosas que pueden desarrollarse con práctica, aprendizaje, tiempo, dedicación y convicción. 

 

Lic. Ditomassi Eliana

MP 7982