El universo de un abrazo en las infancias puede ser el puntapié de una experiencia interna y externa de sentirse refugiados y contenidos los más pequeños y por supuesto que los más grandes, también.

 

Hay refugios que nos protegen en la naturaleza, hay refugios que nos protegen en los vínculos, hay refugios que nos protegen una y otra vez.

 

¿Cuántas veces necesitamos volver a esa persona o lugar que nos hace sentir seguros?

 

¿Cuántas veces necesitamos de ese refugio cuando nos aventuramos a algo nuevo?

 

¿Cuántas veces necesitamos volver a refugiarnos cuando lo que vivimos no fue lo que esperábamos?

 

¿Cuántas veces nos ofrecemos como refugio? ¿Quién fue tu refugio cuando eras pequeño? ¿Quién es tu refugio hoy que ya sos adulto?

 

El tiempo de ofrecer refugio en las infancias es hoy.

 

Sembrar refugios que den abrazos que contienen, y abrazos que dan vuelo y libertad de volver a intentar. Sembrar un refugio sano.

 

Macarena Guzmán

Lic. Psicología

MP 9379