Cuando un niño habla poco o habla «mal», lo más importante es no corregir de forma directa. ¿Que sería esto? no usar frases como: decilo de nuevo, así no se dice, no te entiendo, decilo bien.
Corregir de esta forma puede generar frustración en el niño y disminuir sus deseos de comunicarse una próxima vez… ¿por qué? porque la forma en que habla y pronuncia ahora, es la única forma en la que puede hacerlo; es lo que le sale.
Entonces, ¿cómo le corrijo?
Podes hacerlo de forma indirecta, mediante el MODELADO, la REFORMULACIÓN y la EXPANSIÓN.
- Modelado: el adulto modela la palabra correcta. «quiero comer un tocolate» – ¿querés un chocolate? Ok!
- Reformulación y expansión: el adulto vuelve a estructurar lo que el niño dijo, y le agrega más elementos. «iá ú ato coco» – mirá!! un auto rojo! qué lindo. Va muy rápido».
No es necesario pedirle al niño que repita lo que acabamos de decir, y sobre todo si sabemos que no le sale. De esta forma, priorizamos siempre la comunicación, y no cortamos la charla con correcciones.
Recordá que si tu hijo está teniendo problemas para hacerse entender, tenés que consultar con fono para que lo evalúen y te saquen dudas!
Cecilia Ordoñez
Lic. en fonoaudiología
MP: 8521