“Existe una situación cotidiana que demuestra lo potente que es la magia del juego infantil. No hay mamá ni papá que no la haya vivido. Hablamos de uno de esos días en que, por la razón que sea, se nos hace tardísimo. Según sus rutinas habituales, hace ya un par de horas que el niño debería haber cenado o debería estar en cama, incluso ambas cosas. Sin embargo, sigue en pie como si su combustible fuese infinito. ¿Qué ocurre? Que está jugando”.

Sólo el juego puede atrapar la concentración del niño hasta hacer que olvide el hambre, el sueño y casi cualquier otra necesidad. La naturaleza ha otorgado al juego ese descomunal poder por un buen motivo: es una actividad decisiva para el desarrollo. 

A través de los juegos, los niños interactúan con objetos, desarrollan sus sentidos, adquieren diversas habilidades, expresan sentimientos, imitan. El juego contribuye al desarrollo cognitivo, la memoria, el lenguaje, la atención, las habilidades motrices, la expresión de emociones y deseos, y mucho más. Es por esta razón que resulta una herramienta indispensable al momento de llevar a cabo la sesión.

En la terapia de lenguaje, se trabaja mediante el juego para lograr los aprendizajes y objetivos. Cada actividad es elegida específicamente para el niño/a, dependiendo de su edad, sus intereses, sus dificultades y el objetivo que se desee abordar. Es un juego que está en cierta forma estructurado por el terapeuta, tiene una razón de ser. No es al azar la actividad que elegimos, cómo la presentamos, cómo la llevamos a cabo y por qué. Pero el paciente, durante las sesiones se encuentra motivado con actividades que le resultan divertidas y atractivas. Desde esa motivación, parte cualquier aprendizaje lingüístico.


Cecilia Ordoñez

Lic. en fonoaudiología

MP: 8521


Fuente consultada: Https://generoddhhlasdiosas.blogspot.com/2011/02/la-magia-del-juego-no-tiene-genero.html