Gesto, acto, revolución del cuerpo y la emoción.
El cuerpo gestante deja su paso para dar lugar al cuerpo que va a donarse en el alimento diario de esta teta, de esa mirada, de ese vínculo tan primitivo entre bebe y madre.
¡Qué obra maravillosa de la naturaleza!, incluso en los momentos más áridos cuando la lactancia agrieta, desvela, irrumpe y nos hace patalear.
En la semana mundial de la lactancia, celebro a quienes con su oficio de puericultoras nos ayudan a que acompañemos con amorosidad ese periodo fundante de alimentación. Alimentación del cuerpo, del alma y de ese vínculo de dos.
No me resulta extraño que se nombre este acto como Amamantar, encerrando dos significados tan especiales que me atrevo a pensar… AMAR Y MANTAR, como ese canal de amor y cobija que cubre, envuelve, apacienta, calma y alimenta.
La salud mental se ve envuelta en este período de la primera infancia y los profesionales buscamos acompañar cuando alguna dificultad se presenta para así poder preservar y cuidar ese vínculo entre mamá y bebé
Macarena Guzmán
Lic en psicología
MP 9379
Especialista en psicología clínica